jueves, 7 de abril de 2016

La mirada, ahora científicamente, es el espejo del alma

Hace unas semanas, en clase, vimos como a través de las miradas, el atractivo y la cercanía entre las personas podía aumentar. Esto se daba ya que nuestros ojos, son capaces de transmitir información sobre lo que nos gusta o sobre nuestras  características personales.

En este vídeo, se explica qué es la pupilometría, y algunos ejemplos de cómo actúan las pupilas en determinadas circunstancias.


También vimos cómo a través del tamaño de nuestra pupila y a donde se girara nuestra mirada podíamos también obtener información. La ciencia ha demostrado que nuestras pupilas pueden enviar señales a nuestro interlocutor. Algunas señales que envían nuestros ojos son las siguientes:

A mayor concentración, mayor es el tamaño de las pupilas. El 1964 los psicólogos de la Universidad de Chicago pidieron a grupo de personas que solucionasen diferentes problemas. Cada problema era más difícil que el anterior y a mayor dificultad más aumentaban sus pupilas. Así estos científicos descubrieron que cuanto más difícil era la tarea más se dilataban las pupilas.

Cuando nuestro cerebro se satura, nuestras pupilas disminuyen. A esta conclusión llegaron los psicólogos de la Universidad de California en 1973. Para llegar a este punto sometieron a un grupo de voluntarios para que resolvieran lo más rápido posible un problema, siendo cada vez menos el tiempo que tenían para resolverlo. Cuando  las personas se sintieron sobresaturadas, no pudieron seguir y en ese momento de sobresaturación el tamaño pupilar disminuía considerablemente. Por lo tanto demostraron que cuando estamos llegando al límite de nuestra capacidad cognitiva nuestras pupilas lo indicaban.

Nuestras pupilas se dilatan y se mantienen así cuando captan nuestro interés. Esto fue demostrado en 1977 por los psicólogos de la Universidad de California. A los sujetos estudiados, en este caso, les pidieron que escucharan tres lecturas: un libro erótico, una narración sobre la mutilación y una historia de contenido neutral. Observaron que en la narración erótica y la de la mutilación, las pupilas se dilataban y permanecían así, mientras que con la historia neutral se dilataban al comienzo y volvían a su tamaño natural.

Tus pupilas aumentan con aquello que llama la atención y disminuyen con lo desagradable. Para llegar a esta conclusión en 1960 los psicólogos de la Universidad de Chicago expusieron a los sujetos a imágenes relacionadas con violencia y mutilaciones, observando que al comenzar la reproducción de estas imágenes sus pupilas se dilataban e inmediatamente reducen su tamaño para evitar las imágenes que despiertan el asco. Esta disminución de pupilas es una reacción fisiológica de defensa perceptual.

Dilatación de las pupilas como respuesta al dolor. Esto se observó en 1999 cuando se aplicó pequeñas descargas eléctricas a los sujetos experimentales. Los científicos captaron que cuando sentimos dolor nuestras pupilas se dilatan mucho. Esta excesiva dilatación es una respuesta del sistema nervioso autónomo que nos prepara para el peligro y demanda que nuestra vista esté agudizada al 100% para detectar amenazas.

Dilatación ante iguales y reducción ante opuestos. Investigadores de la universidad de Louisiana observaron, en 1969 que nuestras pupilas se dilatan cuando vemos a personas que comparten nuestras ideas políticas mientras que se contraen cuando estamos delante de personas que pertenecen a partidos opuestos. Por lo tanto las pupilas pueden desvelar también nuestra posición política.