Hace unas semanas, en clase, vimos como a través de las miradas, el atractivo y la cercanía entre las personas podía aumentar. Esto se daba ya que nuestros ojos, son capaces de transmitir información sobre lo que nos gusta o sobre nuestras características personales.
En este vídeo, se explica qué es la
pupilometría, y algunos ejemplos de cómo actúan las pupilas en determinadas
circunstancias.
También vimos cómo a través del
tamaño de nuestra pupila y a donde se girara nuestra mirada podíamos también obtener información. La ciencia ha demostrado que nuestras pupilas pueden
enviar señales a nuestro interlocutor. Algunas señales que
envían nuestros ojos son las siguientes:
A mayor concentración, mayor es
el tamaño de las pupilas. El 1964 los psicólogos de la Universidad de Chicago
pidieron a grupo de personas que solucionasen diferentes problemas. Cada
problema era más difícil que el anterior y a mayor dificultad más aumentaban
sus pupilas. Así estos científicos descubrieron que cuanto más difícil era la
tarea más se dilataban las pupilas.
Cuando nuestro cerebro se satura,
nuestras pupilas disminuyen. A esta conclusión llegaron los psicólogos de la
Universidad de California en 1973. Para llegar a este punto sometieron a un
grupo de voluntarios para que resolvieran lo más rápido posible un problema,
siendo cada vez menos el tiempo que tenían para resolverlo. Cuando las personas se sintieron sobresaturadas, no
pudieron seguir y en ese momento de sobresaturación el tamaño pupilar disminuía
considerablemente. Por lo tanto demostraron que cuando estamos llegando al
límite de nuestra capacidad cognitiva nuestras pupilas lo indicaban.
Nuestras pupilas se dilatan y se
mantienen así cuando captan nuestro interés. Esto fue demostrado en 1977 por
los psicólogos de la Universidad de California. A los sujetos estudiados, en
este caso, les pidieron que escucharan tres lecturas: un libro erótico, una
narración sobre la mutilación y una historia de contenido neutral. Observaron
que en la narración erótica y la de la mutilación, las pupilas se dilataban y
permanecían así, mientras que con la historia neutral se dilataban al comienzo
y volvían a su tamaño natural.
Tus pupilas aumentan con aquello
que llama la atención y disminuyen con lo desagradable. Para llegar a esta
conclusión en 1960 los psicólogos de la Universidad de Chicago expusieron a los
sujetos a imágenes relacionadas con violencia y mutilaciones, observando que al
comenzar la reproducción de estas imágenes sus pupilas se dilataban e
inmediatamente reducen su tamaño para evitar las imágenes que despiertan el
asco. Esta disminución de pupilas es una reacción fisiológica de defensa
perceptual.
Dilatación de las pupilas como
respuesta al dolor. Esto se observó en 1999 cuando se aplicó pequeñas descargas
eléctricas a los sujetos experimentales. Los científicos captaron que cuando
sentimos dolor nuestras pupilas se dilatan mucho. Esta excesiva dilatación es
una respuesta del sistema nervioso autónomo que nos prepara para el peligro y
demanda que nuestra vista esté agudizada al 100% para detectar amenazas.
Dilatación ante iguales y reducción
ante opuestos. Investigadores de la universidad de Louisiana observaron, en
1969 que nuestras pupilas se dilatan cuando vemos a personas que comparten
nuestras ideas políticas mientras que se contraen cuando estamos delante de
personas que pertenecen a partidos opuestos. Por lo tanto las pupilas pueden
desvelar también nuestra posición política.