jueves, 11 de febrero de 2016

La mentira


Patrick White decía que una mentira no encierra una cabal malicia cuando se profiere en defensa del honor. 

Las conocidas vulgarmente como mentiras piadosas o también mentiras elaboradas cumplen requisitos psicológicos, patrones, que pasamos a explicar a continuación. ¿Confía el mentiroso en su mentira? ¿Es la victima de la mentira consciente de ello?

El lenguaje corporal tiene el protagonismo en este asunto.La mentira, además de tener como objetivo, salir airoso de una situación determinada, esconde otras razones por las cuales se recurre a ella, como sentirse inferior a los demás o no conseguir las metas propuestas.
La "formación de impresiones" forma parte de la mentira, esto, responde a la recreación de una realidad que transmitimos a los demás como cierta para conseguir esa aceptación que anhelamos. A veces intentamos hacer creer a la sociedad que tenemos conocimiento de algo que realmente conocemos de manera parcial y tejemos nuestra propia realidad a pesar de ser conscientes de la complejidad y la poca información que tenemos de la misma.
Citaremos algunos rasgos que cumplen los mentirosos:
El mentiroso, generalmente, se siente observado, sospechoso, en el punto de mira de las personas que están a su alrededor. Suele tener un porcentaje alto de desconfianza en su propia mentira. El engaño forma parte de las normas sociales y en cierto modo esta "aceptado" como bueno, en determinadas circunstancias. 

"Sabes que odio y no puedo soportar una mentira, no porque sea el mas recto de nosotros sino porque simplemente me espanta. Hay un aroma de mortalidad en las mentiras que es algo que detesto del mundo" Joseph Conrad, El corazón de las tinieblas

1) Ausencia de contacto visual. El mentiroso intenta esconderse y rehuye del interlocutor
2) Cruzar los brazos o las piernas como modo de defensa
3) Crea una barrera que le separe de la otra persona
4) Muestras excesivas de afecto
5) Palabras inconexas

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